miércoles, 28 de febrero de 2018

Colaboración regional: CASA DARTE


Un nuevo espacio escénico en Cusco

La avenida Micaela Bastidas 331 Wanchaq Cusco parece una calle cualquiera, pero detrás de un portón de metal se está construyendo el oficio del hacer del artesano que perfecciona su tarea diaria, que pule, esculpe, estudia y enseña a la vez; aquí hay un teatro y más que un espacio escénico, es la casa del Grupo Darte, esto es Casa Darte.  Aquí está el nuevo espacio de este grupo, recientemente inaugurado y desde mi punto de vista, una luz para el teatro y la escena independiente en Cusco.

El Grupo Darte nace el 15 abril del 2004 como la necesidad de un conjunto de artistas de crear y ser escuchados en una ciudad donde las políticas culturales no apoyan las propuestas independientes de teatro y bueno, las oficiales no existen. Tras fundar el grupo y al no existir espacios públicos que garanticen las mínimas condiciones para el trabajo, llámese entrenamiento, ensayo, tiempo de investigación, se vieron en la necesidad de conseguir su propio espacio, con lo que nace el mismo año Casa Darte.

Puedo contar en la historia del grupo más de nueve obras de su creación en estos años de vida, una de las últimas se llama “El que no tiene de inga tiene de mandinga”, que es una intervención escénica-espacial que ganó una subvención del estado de Austria en colaboración con el grupo SCHOU.RÄUME. Esta obra trata sobre la discriminación, utilizando los espacios de su antigua casa para darnos un recorrido por diferentes escenas de nuestro cotidiano, que a veces negamos o no nos queremos dar por enterados que existen. Nos cuenta Mauricio Rueda: “Cusco es una ciudad no inclusiva, por eso esta obra apunta a causar conciencia y visibilizar que el problema es uno también”.

¿Quiénes son Grupo Darte? En este momento, las cabezas fundamentales son Charlotte Giusti (Francia) de formación bailarina, intérprete, coreógrafa  y en la práctica, pedagoga, actriz y gestora cultural, sin dudarlo, una mujer con mucho talento. Completando el par está el no menos talentoso Mauricio Rueda (Perú), artista escénico quien considera como la mayor influencia en su formación al grupo Yuyachkani y Roberto Ángeles, referencias complementarias entre sí, pero si hablamos de referencias no dejaríamos de nombrar en Cusco a Rodo Rodriguez, Tania Castro, Beto Chaparro, Oswaldo Povea, entre otros.

Este lugar recién inaugurado es un nuevo teatro independiente en Cusco, donde se pueden presentar obras con condiciones de teatro, lo que hoy lo hace único en la escena local. Nace con la intención de convertirse en una vitrina para mostrar las diferentes propuestas escénicas locales, para poder mirarse, para aprender de ellas,  posiblemente  abrir un espacio de  reflexión de nuestro quehacer escénico y no solo mirar propuestas de Cusco, sino también traer puestas foráneas que amplíen nuestra mirada.

Este espacio también es un lugar de aprendizaje, de pedagogía de teatro, danza y circo, enseñanza que  se toma con mucho cuidado, no solo físico, sino también emocional,  pues para ellos no solo es importante la técnica que se imparte sino la persona. “Conocerse para ser más consciente”, nos comenta Charlotte Giusti. En este punto, el grupo muestra interés pues hay una reciente ola de talleres de gente improvisada que porque hizo un taller o ya se mostró en escena, lanza talleres de teatro, danza, circo de muy baja calidad y a precios que representan la calidad de su trabajo y lo más lamentable, es que espacios como la Casa de la Cultura de Cusco se presten a eso, dándoles espacios y respaldo del nombre de la institución, pues al albergarlos se supone que garantizan la calidad y el público confía en ello, siendo una competencia dura para talleres de artistas pedagogos con trayectorias forjadas en el tiempo.

Sería bueno que la Municipalidad en conjunto con la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco afinen o desarrollen políticas culturales que apoyen más a la creación de públicos y no me refiero a comprar obras y darlas gratis, pues esto solo hace que la gente se acostumbre a no pagar y en el caso de los artistas solo se benefician una o dos veces al año, sino me refiero a una cartografía teatral, apertura de nuevos espacios, garantizar la circulación de obras que bien podrían ser en esos faustosos auditorios que la mayoría de municipalidades del Cusco ciudad y provincia tienen, y claro, una mejor utilización de los fondos de cultura que todas la municipalidades poseen, digo, es cuestión de gestión que bien la DDC podría estimular con los actores culturales de la zona.

Grupo Darte abre este nuevo espacio sin ninguna subvención o apoyo  del Estado, esto es lamentable, pues uno de los roles fundamentales del Estado es el acceso a la educación y cultura de todos, pero muchas veces grupos como este tienen que suplir la falta de políticas culturales que casi siempre in-visibilizan al artista, no considerándolo como miembro activo y generador de cambio en la sociedad; es por ello que esfuerzos como este se agradecen y merecen ser apoyados.

Miguel Gutti Brugman
Cusco, 28 de febrero de 2018

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