domingo, 3 de diciembre de 2017

Crítica: MORBO

Las apariencias engañan

“Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que conquista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre uno mismo.” Aristóteles

Unipersonal testimonial de Beto Ortiz, dirigido por Gabriel de la Cruz Soler y presentado en el Centro Cultural Español del Perú los días 9, 10, 16 y 17 de noviembre.

Esta puesta en escena tocó temas de la vida privada del protagonista desde los inicios de su niñez hasta su etapa ya madura. Abordó dichos temas de una forma tragicómica para la diversión del espectador. Lo que llamó la atención de muchos fue la sencillez con la que contó cada una de sus anécdotas y de cómo aprendió a reírse de ellas, a pesar de que en un momento de su vida, por culpa de las mentiras de la prensa, desistió de volver a la TV. A pesar del dolor, de la pérdida de su querida madre, Beto aprendió a levantarse y continuar con su camino.

Los temas que tocó fueron el bullying que sufrió de niño, la leyenda del ¼ de pollo, cuando “salió del closet”, el primer beso con Magaly Medina que lo llevó a la fama, entre otros más. Debemos reconocer que no debió ser fácil para Beto parase delante del público y contar aspectos de su vida privada, pero lo hizo, cosa que rescato y admiro. A pesar de no ser una obra sólida, contó con varios espectáculos por parte  de otros actores que llevaron a otro nivel  este unipersonal: los bailes y la música estuvieron geniales e incluso la recreación que se mostró de una Lima antigua, que la mayoría de mi generación no conocía, encantó a más de uno. Sobre la escenografía, sencilla pero agradable; y sobre los implementos del actor, la peluca no le hacía ningún favor, pero sí hizo reír.

Se logró el cometido de conectar al público y ver al ser humano que hay en él. Todas las expectativas equivocadas que tenía respecto sobre quién era Beto Ortiz, fueron resueltas ese día. Gracias por tan bella función y por mostrarme una vez más que a pesar de que vivimos en una sociedad aún primitiva, existen personas tan extraordinarias que no tienen miedo de ser como son y que aprendieron a aceptarse y a vivir de la mejor manera. Una vez más, gracias por ser como eres y compartir con tu equipo tu historia.

Antes de cerrar esta crítica, quiero dejar esta frase que veo pertinente: “No mires al pasado, lo que cuenta es el presente. No hagas caso a la gente, haz lo que creas conveniente. Recuerda: no eres ni mejor ni peor... eres simplemente tú.”

María Victoria Pilares
3 de diciembre de 2017

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