martes, 18 de noviembre de 2014

Crítica: KAPITAL

Krimen. Kaos. Korrupción. Así es nuestra Kapital. 

Lima. Retratada mil veces y desde diferentes puntos de vista en el escenario, como por ejemplo, en Los funerales de doña Arcadia (2014) de Espacio Libre, una aguda y estilizada crítica hacia nuestra “Lima, la Horrible” de Sebastián Salazar Bondy; o en Palintrópolis (2006) de Cuer2 Teatro, brutal y cruda exploración sobre todo lo violenta y salvaje que puede ser nuestra maltratada ciudad; o en The Reality Lima Pipol Chou (2010), una desordenada y estrafalaria farsa sobre nuestros tan queridos personajes que pululan en nuestra urbe día a día; o en Madrugada (2012) de Viaexpresa, visitando nuestros mejores antros de diversión. Pues bien, la novel agrupación El Sótano, conformada por egresados del Club de Teatro de Lima y que sorprendió hace poco con su debut La niña se mató y punto (2014), vuelve a la carga con una puesta en escena diferente, que aborda los problemas de nuestra querida Ciudad de los Reyes, con su particular estilo: el riesgo.

Con todos los años y muestras estrenadas que tiene a cuestas el profesor Paco Caparó en el Club de Teatro de Lima, no es de extrañar que su sentido de creatividad y riesgo, junto con el del joven actor Joseph Palomino, haya resultado en un espectáculo jamás visto en el espacio que fundó hace 61 años Reynaldo D’Amore. El público participa activamente en Kapital; luego de un primer cuadro, en el que todo el elenco (vestidos de negro y con un par de cubos) escenifica la educación y cortesía de los pasajeros de un bus, todos los espectadores son divididos en tres grupos sobre el escenario, para luego ser llevados simultáneamente a distintos espacios (las salas 1, 3 y la de espera) para apreciar tres cuadros de exacta duración sobre las diversas taras que afectan nuestra ciudad, en un verdadero circuito con tres paraderos.

En la Sala 1 somos testigos de una acertada parodia de nuestra vida electoral, en la que tres candidatos a la alcaldía (Sofía Espantoso, Cintia Díaz del Olmo y Juan Carlos Ñiquen) se enfrascan en un duelo para obtener los mayores votos; en la Sala 3 nos espera una sentida interpretación de cómo educa el limeño promedio a sus hijos (buena dupla de Maykol Ascencios y un emotivo Hendrick La Torre); y en la Sala de espera, una migrante (Jannina Vargas) y un capitalino (José Gómez) desnudan a través de sus diálogos toda la discriminación, el abuso y la injusticia que cunde en la capital. Finalizan el espectáculo, todos los actores en escena en un emotivo epílogo que invita a la oportuna reflexión.

Los directores Caparó y Palomino logran con estas cinco breves historias de creación colectiva sobre nuestra Kapital dentro del Club de Teatro de Lima, lo mismo que Mario Ballón y Nudos Teatro con Generación en liquidación (2007) en el Teatro de Cámara. Acaso el mayor reto de los actores y directores haya sido el de haber cuadrado exactamente la duración de las tres escenas en simultáneo, sin por ello afectar la veracidad y coherencia de las mismas. Kapital no solo revive literalmente al Club del Sr. D’Amore, sino que nos ofrece un efectivo mosaico teatral que desnuda las carencias y falencias de nuestra tan ultrajada y violenta Lima. El grupo El Sótano se las trae.

Sergio Velarde
18 de noviembre de 2014

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