domingo, 5 de febrero de 2012

Crítica: ARLEQUÍN, SERVIDOR DE DOS PATRONES

Fiesta y carnaval en el frontis de la ENSAD

Como ya sucediera con la excelente Super Popper de César De María el año pasado (uno de los mejores montajes del 2011), nuevamente la Escuela Nacional Superior de Arte Dramático ENSAD nos regala otra sólida puesta en escena, tomando como pretexto las prácticas pre-profesionales de sus estudiantes, esta vez los del Sexto Ciclo de Actuación bajo la dirección de Sofía Palomino. Arlequín, servidor de dos patrones es una de las clásicas comedias del dramaturgo veneciano Carlo Goldoni basadas en la Comedia del Arte y nuevamente, a pesar de ser un ejercicio teatral realizado por actores en formación, los resultados superan con creces otros montajes perpetrados supuestamente por profesionales.

La trama sigue las andanzas de Trufaldino (Narayana Campos), un criado al estilo de Arlequín, que por no tener los medios necesarios para sobrevivir, decide emplearse simultáneamente como servidor de dos amos diferentes: Federico Rasponi, que en realidad es su hermana Beatriz disfrazada de varón (Leonela Pajares); y de Florindo Aretusi (Luis Vigil), amante de Beatriz y supuesto asesino de Federico. Como es de esperarse, los enredos no tardan en aparecer y Trufaldino deberá sortear muchas dificultades para no ser descubierto y además, para concretar su amor por la criada Esmeraldina (Sofía Izquierdo). Mientras tanto, la aparición del supuesto Federico frustra los planes matrimoniales de Clarisa (Ana Aparicio), hija del señor Pantalón de Bisognosi (Pablo Vega) y de Silvio Lombardi (Sergio Armas). Luego de solucionados los equívocos y reveladas las identidades de los personajes, llega el final feliz con todas las parejas al pie del altar.

Gran acierto el de elegir el frontis de la ENSAD como escenario para el montaje, con todos los personajes bailando, riendo y llegando juntos al estrado para iniciar la función, siempre en tono de fiesta y carnaval. El ritmo no decae en ningún momento gracias a la lúdica propuesta de la directora, que incluye la actuación exagerada de los actores, el uso de máscaras, maquillaje recargado y telones pintados y corredizos que demarcan los espacios. En líneas generales, todos los intérpretes manejan correctamente su voz ante la ausencia de micrófonos. La escena de la cena resulta sumamente divertida, con la participación del cocinero (Junior Benavente). Acaso el uso de una canción en playback para el personaje de Florindo no haya sido la elección correcta, pero eso no empaña el trabajo en conjunto del elenco. Arlequín, servidor de dos patrones es otro acierto dentro de las temporadas teatrales que viene ofreciendo la ENSAD, además de contar con entrada libre. Seguirán pronto las reseñas de Un busto al cuerpo y Sueño de una noche de verano.


Sergio Velarde
05 de febrero de 2012

1 comentario:

NARAYANA VISNU dijo...

estupendo ya pornto se verà la comedia del arte!!!