sábado, 6 de diciembre de 2008

Crítica: EN LA CAMA

Diferencias generacionales y actorales 

Oswaldo Cattone, siempre atento a los estrenos de moda, viene presentando en el Teatro Marsano: “En la cama”. Se trata de una comedia ligera sobre dos parejas de distintas generaciones y sus encuentros y desencuentros en la alcoba, escrita por el argentino José María Muscari y estrenada con singular éxito en Buenos Aires. Como ya es costumbre, Chalo Gambino se encarga de la adaptación limeña y el propio Cattone actúa y dirige el montaje, que si bien no aporta nada nuevo a sus ya conocidos espectáculos sobre la problemática de la pareja, nunca nos deja ir sin una sonrisa. Y el presente montaje no es la excepción, a pesar de tener un notorio desequilibrio actoral.

“En la cama” mezcla a lo largo de su duración, monólogos tipo stand-up comedy en los que los mismos actores se dirigen al público, con diversas escenas en las que las dos parejas protagónicas (Cattone con su Sonia Oquendo de toda la vida por un lado, y Julián Legaspi con Vanessa Jerí por el otro) conversan, discuten y resuelven sus vidas de casados entre las sábanas. Y si bien el montaje luce impecable (el mismo confortable dormitorio en escena es compartido por las dos parejas en tiempo real), la construcción de personajes es nula en los cuatro casos, pues no existe ninguna diferencia entre cada actor y su personaje, aunque este detalle no afecte en nada el desarrollo de la obra. Además la experiencia y el oficio de la pareja veterana hacen que su historia (matrimonio rutinario con infidelidad incluida) llame más la atención que la de la pareja joven (matrimonio reciente y embarazo no deseado).

Cattone y Oquendo, curtidos en estas lides, se divierten a sus anchas con sus monólogos y en las escenas que comparten, básicamente reinterpretándose a sí mismos por enésima vez. Especialmente Cattone, quien no desaprovecha oportunidad para arengar sobre la supuesta y necesaria infidelidad del hombre en la pareja. Frente a ellos, las limitaciones y disfuerzos de Legaspi y Jerí se hacen demasiado notorios. Especialmente Legaspi, quien resulta completamente inadecuado al tratar de hacernos reír, dejando translucir su poca versatilidad. A Jerí se le disculpa todo, mientras luzca su generoso escote. “En la cama” es un montaje promedio de Cattone, realizado con profesionalismo y entrega, que cumple con entretener, pero que no logra maquillar las diferencias generacionales y actorales en su elenco.

Sergio Velarde

06 de diciembre de 2008

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