sábado, 7 de junio de 2008

Crítica: MARÍA CALLAS (Clase Maestra)


La suerte de la Callas   

Todo lo que haya hecho antes Ivonne Frayssinet: bueno, malo o regular, en teatro, cine o televisión, palidece ante su magistral interpretación de María Callas en “Clase Maestra”, dirigida por Ruth Escudero. La obra es toda una lección de arte, de clase, de gloria y de vida. Ya todo está dicho. Nada más se puede agregar. De visión imprescindible.

Sin embargo... ¡pobre María! Según Terrence McNally (ganador del premio Tony 1996) la encontramos en una triste situación: ejerciendo la docencia en la afamada (!) Escuela de Música Juilliard, en un teatro que no le ofrece ni un vaso de agua, ni un cojín para su asiento. Sí le asignan un asistente bobalicón que cumple sus encargos tres horas después y un pianista tan virtuoso como inexpresivo. Para colmo de males los tres alumnos que aparecen, si bien con envidiables cualidades musicales, no logran sobreponerse al estereotipo que condiciona su existencia: la ingenua, el vanidoso y la insolente. ¿Qué condena purga la Callas para recibir este (mal)trato?

Toda esta artificialidad (tan peligrosamente cercana al cliché) nos hace ver a la diva de la ópera como un ente sobrenatural e impostado a la fuerza en ese escenario. La divina se convierte entonces, tal como ella lo dice, en el centro absoluto de atención. Ivonne nos entrega así una clase maestra de actuación logrando de manera sobresaliente describir la triste vida que le tocó vivir a la legendaria soprano, su relación con el magnate griego Aristóteles Onásis y el aborto al que fue forzada.

¡Qué mala suerte la de María terminar sus días así! Pero que suerte tiene de ser representada por una actriz a la altura de las circunstancias. Y la suerte de nosotros que esta obra aún continúe en cartelera. Grande Ivonne. Divina.

Sergio Velarde
01 de agosto del 2004

“Clase Maestra” se presenta en el Teatro Marsano de jueves a lunes a las 8:00 pm, los domingos a las 6:00 pm hasta el 8 de agosto.

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